Cómo hacer un jarrón con material reciclable - Tutorial completa

La alegría simple de tomar una idea en tus propias manos y darle la forma apropiada es emocionante. George Nelson

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Qué materiales se usan para hacer un jarrón

La cerámica consiste en el arte de fabricar todo tipo de objetos de arcilla o de cualquier otro tipo de material cerámico, por lo general, mediante la acción del calor, al ser cocidos a una temperatura superior a los 900 ºC. De este modo, usamos el término para referirnos no solo a la técnica y a su actividad, sino también al conjunto de objetos que se producen a través de este proceso.

Hay muchas personas que están interesadas en la práctica de actividades artesanales y, de hecho, hoy más que nunca están en auge los talleres de diversas actividades como la cerámica, la costura o el bricolaje. En el caso de la cerámica, además, nos aporta numerosos beneficios tanto para el cuerpo como para la mente, mientras disfrutamos creando algo único y propio.

Por supuesto, el proceso consta de diversos pasos desde el diseño hasta la decoración y pintura de las piezas, pasando por el modelado. Explorar y explotar tus habilidades manuales, mientras aprovechas los diversos beneficios que puede aportarte la cerámica tanto en tus habilidades físicas como sus efectos terapéuticos puede convertirse en casi una ruta de autocuidado en la que podrás reducir el estrés, mejorar tu coordinación mano-ojo o fomentar tu creatividad, entre otros.

Por supuesto, cualquier pieza que vayas a crear, desde una taza hasta un plato o un jarrón, podrás usarlo en tu casa. Por ejemplo, en el caso de un jarrón o florero, podrás exponerlo en cualquier rincón, acompañado de flores secas o naturales para darle a tu casa un toque más personal. ¿Quieres crear tus propios floreros? No te preocupes porque aquí te contamos todo lo que necesitas saber para crear tus jarrones de cerámica desde cero. ¡Toma nota y empieza hoy mismo!

¿Qué materiales se necesitan para crear un jarrón de cerámica?

A la hora de trabajar con la arcilla o cualquier otro tipo de material cerámico, será necesario que contemples la posibilidad de tener un espacio específicamente destinado a este uso, puesto que la cerámica hace polvo, ensucia y puede no resultar óptimo trabajarla en tu dormitorio o en una estancia como el salón o el comedor. Por lo tanto, una vez que encuentres aquel espacio en el que puedas darle rienda suelta a tu creatividad mientras trabajas la arcilla, necesitarás reunir todos los materiales y utensilios que utilizarás durante la creación de tu jarrón.

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Ten en cuenta que en función de la técnica que vayas a utilizar, puede ser que varíen los materiales y utensilios que vayas a necesitar, pero, a continuación, te dejamos una selección:

  • Arcilla o cualquier otro material que tú quieras utilizar
  • Rodillo
  • Espátula
  • Torno de alfarero y herramientas para tornear
  • Agua
  • Esmalte o engobe cerámico
  • Esponja
  • Hilo cortador
  • Pinceles
  • Horno cerámico

Muchos de estos utensilios y materiales los tendrás en casa porque son bastante comunes, mientras que otros tendrás que buscarlos en tiendas especializadas en manualidades o por internet. Recuerda que el horno de la cocina no es un horno cerámico puesto que no suele alcanzar las temperaturas que alcanza el horno cerámico. Por lo tanto, si no tienes un horno específico, no te preocupes, porque siempre puedes intentar acudir a algún lugar en el que cuezan arcilla (seguro que cerca de donde vives hay algún taller o fábrica de alfarería).

Técnicas para crear un jarrón de cerámica

A la hora de hacer cualquier tipo de objeto de cerámica, debes saber que cada maestrillo tiene su librillo y que existen numerosas técnicas, algunas más adecuadas que otras, para realizar determinados proyectos. En el caso de los floreros o jarrones, vamos a exponer a continuación algunas técnicas, pero no olvides que existen muchas otras.

La técnica del rodillo

Esta técnica, quizá la más sencilla de las que vamos a ver, consta de cuatro fases. Durante la primera, haz un premodelado. Para ello, lo primero que deberás hacer será coger un trozo de arcilla, que amasarás previamente para que sea más fácil de manejar y lo aplanarás con el rodillo, dejándolo lo más homogéneo posible. Con un punzón, u otro tipo de objeto punzante, dibuja el patrón del florero.

Después, toma un pincel y enrolla a su alrededor una hoja de periódico para evitar que se manche. Con un cepillo de dientes viejo y una espátula (ambos previamente mojados en agua), crea líneas en uno de los laterales del patrón para que aumente la adherencia a la hora de enrollar la arcilla sobre el pincel. Muy despacio, enrolla el molde de arcilla alrededor de sí mismo, tomando el pincel como eje central. Ve deslizando la masa sobre el pincel para cubrirlo totalmente y presiona suavemente para cerrarlo bien. El cierre quizá haya podido quedar basto, así que utiliza una espátula o esponja para pulirlo y saca el pincel y el periódico.

Dale el acabado que quieras a los extremos y después crea la base. Para ello, vuelve a amasar un poco de arcilla y crea un disco del mismo grosor que hayas utilizado para el cuerpo de tu florero. Dibuja un círculo que se corresponda con el tamaño de uno de los extremos (el más grande por lo general) y pégalo al florero cuando ya esté listo. Posteriormente, recuerda hornear tu pieza, salvo que hayas utilizado arcilla de secado al aire. También podrás aplicar esta técnica a la hora de fabricar tus tazas de cerámica.

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El torno alfarero

Si tienes la posibilidad de hacer tu jarrón con un torno, lo primero que tendrás que hacer, al igual que antes, es amasar bien la arcilla. Para ello, mójala y amasa hasta que veas que no se crean burbujas. A continuación, colócala sobre el torno y ve humedeciendo tanto el torno como la arcilla con una esponja para evitar que se pegue durante el modelado.

Para darle la forma, ubícala en el torno y empieza a hacer movimientos de arriba hacia abajo, comienza a tornear y a darle la forma que quieres. Ubica tus manos alrededor de la masa y con ambas manos forma un cilindro, que deberá ser del tamaño que quieres para tu jarrón. Posteriormente, para hacer el hueco del medio de tu cilindro, presiona en el centro con los pulgares y conforme se vaya haciendo el agujero más grande, con los otros dedos, ve dándole la forma de jarrón tanto por dentro como por fuera. Este cilindro será la base de tu florero por lo que deberás ir agrandándolo hacia los lados en una forma redonda y luego cerrándolo, formando lo que será el cuello de tu florero.

Si se formaran grietas o imperfecciones, usa la espátula para quitar cualquier resto de arcilla y mejorar la forma de tu jarrón. Una vez ya lo tengas formado, usa el hilo cortador para separarlo del torno. Después, con sumo cuidado, ponlo a secar entre 3 y 5 días para después meterlo en el horno y someterlo a la cocción correspondiente. Recuerda que según la arcilla que compres, puede variar la temperatura y el tiempo de cocción. Una vez cocida la pieza, deja que se enfríe en el horno y luego sácala y decórala a tu gusto. El torno es una técnica ideal para crear platos de cerámica.

La técnica del chorizo y el pellizco

Otra de las técnicas que puedes utilizar es la técnica de chorizos. Una vez amasada la arcilla, haz una bola pequeña. Con el dedo pulgar, hazle un hueco a la bola y con los otros dedos, ve girándola. A medida que vayas girando la masa, ve dando pequeños pellizcos por los bordes para formar la que será tu base, que debe quedar con la forma de un plato hondo. Trata de no perforar la arcilla y de que no queden grietas durante el proceso. Si por lo que fuera, las hubiera, pasa el dedo para intentar eliminarlas.

A continuación, coge otro pedazo de arcilla y crea un chorizo, como el que sueles hacer cuando juegas con la plastilina. Este deberá tener el mismo grosor que la pared de tu base. Colócalo sobre el borde de tu base y recuerda unir bien las puntas. Coloca el pulgar por dentro y los otros dedos, por fuera. Con pequeños pellizcos, ve alisando la superficie, uniendo el chorizo a la base. Repite el proceso hasta que el florero tenga la altura deseada. Eso sí, recuerda que los chorizos los deberás colocar más hacia el centro del jarrón para darle una forma de jarrón tradicional, abajo grande y ancho y arriba, pequeño y angosto. Cuando llegues al final de la boca del jarrón, el último churro lo deberás agregar hacia afuera para que se quede como abierto y trata de alisarlo.

Posteriormente, deja que se seque y cuécela según las indicaciones del fabricante. Como te podrás imaginar, el proceso conlleva una serie de pasos por lo que no puedes hacerlos corriendo. Como todo, con la práctica, podrás ir cogiéndole el truco a la cerámica y utilizar aquella técnica que más te encaje según la pieza que vayas a crear. Recuerda que lo importante no es tanto el destino como el proceso. A través del aprendizaje de la cerámica, ya sea por tu cuenta, en una escuela o taller o con un profesor como los que encontrarás en Superprof, podrás también trabajar otros valores como la paciencia o la constancia. ¡Eso sí, siempre con motivación!

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Referencia:

García, Á. (2021, 23 abril). Taller de cerámica: por qué apuntarte y dónde hacerlo. Vogue España. Recuperado de https://www.vogue.es/living/articulos/ceramica-beneficios-talleres-donde-hacerlo .

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